Este mes, es una joven de Baja Navarra de 26 años que nos va contar su experiencia en los Estados Unidos. Eneko Chohobigarat acaba de vivir año y medio en Arkansas en la ciudad de Little Rock. Hoy en día está de vuelta al País vasco.
Buenos días Eneko, ¿nos puedes contar que fue tu camino hasta llegar a los Estados Unidos?
Eneko: Crecí en un pequeño pueblo de iparralde que se llama Armendarits, después hice mis estudios superiores en ingeniería en la ciudad de Burdeos en Francia. Cuando acabe mi carrera, encontré un trabajo en una empresa francesa y ellos me propusieron este puesto de trabajo en Little Rock en unas de sus filiales. Así llegue a Arkansas.
¿Cómo se organizó el viaje?
Eneko: La empresa lo organizo todo; hizo todo los tramites con la embajada para el visado, también compraron el boleto de avión…No tuve que encargarme de nada. Esta empresa cada año manda jóvenes allí para capacitarlos y formarlos, para que veamos cómo se hacen las cosas allá. Después nos proponen puestos de trabajo en Francia.
También me proporcionaron un alojamiento, un departamento, no tuve que buscar y preocuparme de nada. En realidad, todo me fue muy fácil.
Me contrataron con un contrato de trabajo francés, limitado a un año y medio. Después, si quería quedarme allá; podía hacer lo con un contrato americano, pero yo quería volver a Francia o al País Vasco. Por suerte, tenían un puesto en su empresa de Anglet en el País Vasco.
¿Tu trabajo allá era interesante?
Eneko: si, era muy interesante. Trabajaba en la aeronáutica, en la fábrica y concepción de pequeños aviones “business jet” (Jet de negocios) para 10 a 20 personas. Toda la capa exterior de los aviones era fabricada en Francia y nosotros nos encargábamos del interior.
Trabajaba en una consultoría que hacia todo el diseño interior de los aviones. Mi papel era hacer el enlace entre los ingenieros de la consultoría y los técnicos que hacían las instalaciones en el avión según el diseño de la consultoría. Tenía que resolver los problemas a la hora de las instalaciones, ver qué soluciones había, como hacer, que había que cambiar en el diseño…
¿Hablabas ingles antes de llegar?
Eneko: (se ríe), no muy bien, había estudiado el inglés en la escuela y en el colegio como todos. Más que todo lo aprendí trabajando allá. Tuve que aprender muchos términos técnicos para mi trabajo. Tengo que decir que, al principio, lo más difícil fue acostumbrarme al acento del lugar, y a su manera de hablar local. En Arkansas, tienen un acento particular, nada que ver con el de Nueva York o California.
Al principio, no era nada fácil para mí, todo era nuevo, nuevo trabajo, nuevo idioma, nueva cultura. Es verdad que cuando trabajas aprendes muy rápido, más que todo el idioma porque no tienes otra opción! Tienes que hablar, entender y hacerte entender.
¿Había otros Vascos o franceses contigo?
Eneko: si, había uno de Uztaritze y otro de Paris cuya madre era de Bera y él hablaba un poco de Euskara, el otro no hablaba euskara.
¿Qué tal la gente?, ¿fueron buenos contigo?
Eneko: Si, todos fueron muy buenos conmigo.
¿Nos puedes contar como era tu vida allá?
Eneko: tengo que decir que mi vida allá era bastante agradable. Es verdad que allá todo está hecho para hacerte la vida más fácil, más simple, más suave. Todo es fácil: abrir una cuenta en un banco, comprar un auto…el clima también es agradable: clima continental, calor en verano y frio en invierno.
¿Conociste gente del lugar?
Eneko: Si, en la oficina había muchos jóvenes; Americanos, pero también Brasileños, Mejicanos, Franceses….la onda era muy multicultural. Me halle muy rápido a este ambiente y modo de vida.
¿Qué es lo que más te gusto y que era diferente de aquí?
Eneko: ¡Las hamburguesas (se ríe)! estoy bromeando, lo que más me gusto era esa onda “Cow-Boy” (vaqueros) y el hecho que la gente era muy amable, que todo era muy fácil. La gente siempre toma las cosas por el lado positivo, son muy positivos.
¿Tuviste tiempo para conocer y visitar el país?
Eneko: Si, bastante, como tenía un contrato de trabajo francés, tuve vacaciones como en Francia. Entonces sí, tuve tiempo para moverme. Fui a un festival de Blues cerca de Memphis, a otro de Country cerca de Dallas. También fui a Nueva York, California y México.
Comparando al País vasco, Arkansas no tiene nada especial, no hay montes, no hay playa, es muy plano con muchas lagunas y bosques. Lo que si me gustó mucho en esta experiencia es haber viajado y conocido muchas cosas nuevas, visitar muchos lugares diferentes, haber podido moverme muy fácilmente de un lado a otro. Es verdad que la vida de “expatriado” es bastante agradable cuando es para un corto plazo.
Conociste alguna Euskal etxe alla?
Eneko: No, en Little Rock no conocí a ningún vasco.
¿Tus amigos y la gente que conociste allá conocían el País Vasco?
Eneko: No, (se ríe) la mayoría no conocían. Me acuerdo una vez cuando comentaba a uno que yo venía del País vasco, este me contesto: “Es cerca de Estambul”, pero hay algunos -pocos- que saben dónde se ubica el País vasco.
¿Qué es lo que más echabas de menos del País Vasco?
Eneko: mi familia, y los amigos de siempre, la cultura, el ambiente de aquí, el idioma, la música, los bailes, las fiestas….el mar, los montes, la comida. Hablando de la comida no tenemos para nada las mismas costumbres, extrañe mucho la comida de aquí, allá no encuentras la misma calidad.
Es cuando estas lejos que te das cuenta de todo lo que tenemos aquí. Era la primera vez que me iba para tanto tiempo. Antes si, había viajado un poco, pero eran viajes cortos para visitar países como Irlanda, Guyana Francesa…
¿Ahora estas trabajando en Anglet, te gustaría irte de nuevo a trabajar a otro país?
Eneko: Ahora no, en el futuro porque no, pero siempre para una temporada limitada, un año o dos, más no creo. Ahora no sé, no estoy pensando en esto, no tengo nada previsto, veré según el trabajo.
¡Muchas gracias Eneko por contarnos tu experiencia!