Search for content, post, videos

ESTHER CIGANDA | EN EL PAIS VASCO

Este mes les proponemos un testimonio un poco diferente de los demás. Conocimos a Esther una joven Americana nacida en el estado de Washington. Hace 8 años que vive en Boise (Idaho). Sus dos padres eran de Navarra y por ella siempre mostró interés en conocer el País vasco. Después de haber aprendido el euskera se vino a vivir al País vasco por un tiempo. Nos hemos reunido con ella para que nos cuente su historia y como se siente aquí. (La conversación fue en vasco).

Desde cuándo vives en el País Vasco y porque?

Vivo en Hendaya desde principios de septiembre del 2014. Pensaba quedarme sólo un ano. Soy profesora de ciencias (Biología, Química) y de Español en un colegio en Boise. Para poder venir aquí, pedí permiso de un año sabático al director de mi escuela para poder conservar mi puesto. El ano se termina en septiembre del 2015 y tengo que tomar una decisión entre: regresar a Boise o quedarme un año más aquí.

!Hace muchos años que soñaba con venir vivir al país Vasco! Y el año pasado decidí que era tiempo de realizar lo. Pensaba en ello desde que terminé mi carrera a los 24 años pero encontré un trabajo luego como profesora ahí en donde vivía. Ocho años, encontré un trabajo en Boise, lo cual también era un sueño que tenía.

Mis papás son de Navara, emigraron a los Estados Unidos para trabajar cuando eran jóvenes. Se conocieron allá y se casaron. Aita hablaba vasco pero Ama no, entonces en la casa siempre hablamos inglés o español. A menudo viajábamos al País Vasco para visitar a la familia. El pueblo de mi padre se parecía mucho a donde vivíamos en Estados Unidos pero el pueblo de mi mamá era muy diferente ya que está en la montaña.

Siempre me gustó el País Vasco, por eso quise venir vivir por lo menos un año.

Hablas muy bien el vasco donde lo aprendiste?

Primero, hace 8 años fui a trabajar a Boise, tenía amigos allí que conocí durante las fiestas vascas. Por allá hay muchos descendientes de vascos.

Después, hace 4 años, me vine al País vasco por el campeonato mundial de Pala. Primero estuve en Pau y después fui a Durango para jugar un partido. Me di cuenta que había pasado 7 años sin ir al País Vasco. Fue ahí cuando tomé la decisión de aprender el idioma. En cuanto regresé a Boise me inscribí a clases una hora por semana. Fue difícil al principio porque solo había un curso nivel 3, y no entendía nada. El verano siguiente me inscribí a clases intensivas en Maizpide y cuando regresé a Boise seguí estudiando y los veranos siguientes tomaba otro curso intensivo ¡y listo!… Así es como aprendí y sigo aprendiéndolo el euskara. ¡Tenía muchas ganas de aprenderlo y lo logré! Al principio me aprendía la gramática como si fuera una formula científica. Sabía pronunciar las cosas pero ¡no tenía ni idea de lo que estaba diciendo! Ja ja!

Porque decidiste vivir a Hendaya?

Desde niña y aún después siempre viví en el campo. Cuando llegue al País Vasco quería vivir en Donostia porque deseaba estar cerca del mar. Solo que ahí es muy difícil encontrar un departamento sin compartir y con estacionamiento y yo necesitaba tener un carro para moverme fácilmente.

Encontré este departamento en Hendaya gracias a un amigo y ¡me encantó! Hendaya es una ciudad pequeña, tranquila, cerca de la frontera y del mar. Me gusta mucho ir a la playa, el sol, aunque no haya todo el tiempo aprovecho   al máximo los días en que sale. Adoro andar en bicicleta y Hendaya es una ciudad muy agradable para eso.

Cuando estaba en el curso de vasco en Maizpide encontré un trabajo. Desde septiembre estoy dando clases de inglés en una escuela en Lazcao, 16 horas por semana más 4 horas de clases particulares. Es muy fácil llegar a Lazcao por la autopista, un poco tardado pero no es para tanto.

Es verdad que al principio había pensado vivir en Hegoalde, Donostia o Fontarabia pero no me arrepiento de estar aquí. ¡Me siento muy bien! El ambiente no es igual que del otro lado, en la noche no se ve mucha gente en las calle pero igual no me importa mucho porque llego ya tarde del trabajo y los fines de semana siempre me voy de paseo. Ya sea que vaya a visitar mi familia o a Bayona. Hay muchas cosas qué hacer.

Que te gusta aquí que has conocido de nuevo?

Conocí como es el País Vasco en invierno. Vi cosas nuevas como las máscaras de Xiberoa que son súper bonitas. Conocí Tolosa la “Intxauriak”, fui a Donostia a ver las fiestas de Santo Tomas, las Tamborradas…Lo que más me gustó mucho fue el haber participado a la korrika. En Boise también hacemos la Korrika pero fue algo muy especial para mí el

haber participado aquí en el País Vasco. Corrí 6 kilómetros en Bayona y también en Hendaya y crucé el puente Santiago. Había mucha gente a pesar de que estaba lloviendo ¡Estuvo súper! En Bayona la korrika iba muy rápido y en Hendaya a veces ¡hasta caminábamos!

Adoro mi vida aquí, está llena de nuevas experiencias. Por ejemplo, nunca había dado clases de inglés a niños, siempre había trabajado con adolescentes. Descubrí que me gustaba trabajar con pequeñines.

El tiempo pasa muy rápido y he disfrutado cada momento. Muchas gente me había dicho que no era lo mismo venir en verano que quedarse todo el año y, en efecto, no es lo mismo. Me decían que llovía mucho y es cierto pero ¡me gusta que sea así! ¡Sé que después saldrá el sol e iré a la playa!

Que encuentras de diferente con Estados unidos?

El ritmo de vida. Por ejemplo aquí las tiendas abren más tarde, cierran a la hora de la comida y los domingos. Siempre se me olvida, llego para hacer las compras y encuentro todo cerrado… En Estados Unidos las tiendas y bancos siempre están abiertos.

Otra cosa es que hay muchos días feriados y ¡todo está cerrado! Aquí la gente trabaja menos, en Estados Unidos la gente vive para trabajar, aquí la gente trabaja para vivir. Es otra manera de ver las cosas.

Que es lo que más extrañas?

Lo que extraño más es no poder ir a ver los partidos de mi equipo de futbol. Iba muy seguido al estadio. Eso me hace falta aunque, por fortuna, puedo ver los partidos por internet.

Gracias a Skype puedo comunicarme con mi familia y amigos.

Allí trabajaba más, siempre tenía muchas actividades como voluntaria, era entrenadora de distintos deportes, dirigía grupos de Ciencias y en general siempre estaba haciendo muchas cosas. Practicaba más deporte también, el ritmo es bastante diferente, aquí estoy mucho más tranquila y me gusta.

Aquí todavía no he jugado Pala, se dónde está el trinquete pero no me gusta ir sola. Una vez fui sola y solo había hombres, cuando me vieron empezaron a gritar “huaou” y otras cosas que no entendía. Como no hablo francés y no sabía si ellos hablaban vasco, nunca regrese. Debería buscar otro lugar para practicar la pala.

Extraño mucho jugar pala, si me quedo un año más trataré de practicar eso o el tenis.

Esther, ¡muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotros! Y si alguno de ustedes tiene ganas de jugar Pala con Esther ¡no duden en contactarnos!